NUEVA ADAPTACIÓN AL CINE DE LA HISTORIA INTERMINABLE

interminable2– escrito por: © María José S. Bermejo –

Leonardo DiCaprio, con su compañía Appian Way y de la mano de Universal, se propone llevar a cabo una nueva versión cinematográfica de «La historia interminable», uno de los clásicos más célebres del cine fantástico basado en la novela de Michael Ende, publicada por primera vez en alemán en 1979 con el título «Die unendliche Geschichte» y que en 1984, dirigida por el alemán Wolfgang Petersen, aterrizó en los cines, siendo un éxito de público y taquilla y convirtiéndose en todo un «hit» su tema central «Neverending Story», compuesto por el italiano Giorgio Moroder e interpretado por Limahl. Estos resultados de las aventuras de Bastian en el Reino de Fantasía estimularon que se rodase seis años más tarde la secuela basada en la segunda parte de la novela: «La historia interminable 2. El siguiente capítulo», que dirigida por George Miller («Mad Max») no se ganó a los espectadores como el primer largometraje. Aún así en 1994 se rodó una tercera entrega que no se basaba en el libro original y que prácticamente pasó desapercibida.
De momento esta nueva adaptación a la gran pantalla de «La historia interminable», según asegura una información publicada por «The Hollywood Reporter» recogida por Europa Press, aún está en su fase inicial, no conociéndose todavía ni los guionistas ni el director asignados al proyecto ni tampoco el reparto.
Michael Ende, nacido en 1929 en Garmisch-Partenkirchen (Alemania) y fallecido el 29 de agosto de 1995, en Stuttgart (Alemania), fue el único hijo del pintor surrealista Edgar Ende y de la fisioterapeuta Luise Bartholomä, conviviendo desde su infancia con la bohemia de Schwabing entre pintores, escritores y escultores. Como él mismo expresó «ya de pequeño aprendí todas las teorías (también aquellas que hoy en día todavía son revolucionarias) sobre el arte y la literatura», pues aunque creció en la Alemania nazi, cuyo gobierno censuró el arte de su padre, éste se ocupó de que recibiese una completa educación artística y humanística que más adelante se reflejaría en su literatura fantástica infantil y juvenil que empezó a escribir a principios de la década de los años 50. Sirva de ejemplo el siguiente fragmento de la «La historia interminable» :
«- Niño tonto, no sabes nada de la historia de Fantasía. Es el mundo de las Fantasías humanas. Cada parte, cada criatura, pertenecen al mundo de los sueños y esperanzas de la humanidad. Por consiguiente, no existen límites para Fantasía…
– ¿Y por qué está muriendo entonces…?
-Porque los humanos están perdiendo sus esperanzas y olvidando a sus sueños. Así es como la Nada se vuelve más fuerte.
– ¿Qué es la Nada?
-Es el vacío que queda, la desolación que destruye este mundo y mi encomienda es ayudar a la Nada.
– ¿Por qué?
-Porque el humano sin esperanzas es fácil de controlar y aquél que tenga el control, tendrá el Poder.
(…)
 Quien no haya pasado tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado… Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito… Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acaba y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin sentido».
Entre 1947 y 1950 estudió interpretación en la escuela de Otto Falckenburg, en Munich y fue actor, guionista de espectáculos de cabaret y escritor de críticas cinematográficas.
«La historia interminable» es una de sus obras más conocidas, junto a «Momo» (1973) que narra las aventuras de una niña que se enfrenta a los hombres grises que le roban el tiempo a los hombres, destacando también «El libro de los monicacos» (1970), «Tragasueños» (1978), «Jojo: Historia de un saltimbanqui» (obra de teatro 1982), «El Goggolori» (1984), «El Espejo en el espejo» (1986), «El Ponche de los deseos» (1989) o «Carpeta de Apuntes» (1994). Sin olvidarnos de «Jim Botón y Lucas el Maquinista» (1962), novela por la que, tras ser rechazada durante dos años su edición, recibió el premio Deutscher Jugendbuchpreis como mejor libro alemán del año para público infantil.
Michael Ende dijo «que sus libros eran para niños de entre 80 a 8 años» y así ha sido y continuará siendo para disfrute de actuales y futuras generaciones de lectores.

– escrito por: © María José S. Bermejo –